La nueva «Escuela de Amsterdam»
Posiblemente la mayoría de quienes estan leyendo este texto conocen la «Escuela de Amsterdam» o «Amsterdam School», aquel movimiento de arquitectos holandeses que allá por las primeras décadas del siglo XX proyectaron una serie de edificios comunitarios destinados principalmente a gente ordinaria, de clase trabajadora o a los –odio los eufemismos– sencillamente «pobres».
Este es un detalle uno de los mas hermosos edificios de esa escuela: «Het schip» (el navío).
Sé que la arquitectura en sí no es el tema que interese a quienes habitualmente leen estas líneas, pero considerar el diseño como un hecho aislado de los demás movimientos artísticos o de las corrientes de pensamiento es definitivamente erróneo así no puedo dejar de lado el contexto en que ciertas letras fueron producidas.
Entonces vayamos al punto: los arquitectos de la Escuela de Amsterdam proyectaron hermosos edificios comunitarios para gente que no tenía dinero, que era «proletaria». A estos arquitectos, entrenados a menudo en talleres de artes y oficios, les gustaba dibujar y diseñar absolutamente todos los detalles de sus complejos. Es así como cada pequeña esquina, cada cornisa, cada dintél fue amorosamente diseñado. Las letras no fueron dejadas al azar y formaron parte del conjunto. Cuando alquien entrenado en el letrismo o la caligrafía occidental observa las letras de estos arquitectos no puede hacerlo sin cierta perplejidad: las mismas son a menudo «naïve», pero están bien resueltas. Las soluciones a las que sus formas arriban no son las tradicionales, pero no por ello las formas son de mala calidad o torpes.
En definitiva, se trata de alfabetos realmente experimentales (y que salen bastante airosos si los comparamos con la basura «experimental» de los años 90…).
Pero no es de estas letras (o números) de lo cuales quiero hablar hoy, sino de los acompañan los edificios que recientemente acaban de ser presentado como la encarnación contemporánea de la mencionada «Escuela de Amsterdam».
Este complejo de departamentos ha sido denominado «Olympisch Kwartier» porque se encuentra frente a el viejo Estadio Olímpico («Olympisch Stadion») y su autoría se debe a los siguientes estudios de arquitectos: Uytenhaak, Lafour, Wijk y Mulleners.
Imitando la tradición de aquellos en quienes dicen inspirarse, las fachadas fueron diseñadas incluyendo novedosos diseños para los números que identifican los departamentos.
Los mismos son una versión moderna, tridimencional de aquellos otros, de hace casi un siglo. Los nuevos números me gustan, me deleitan esos detalles con los que cierta decoración urbana acaricia la mirada de los comunes que pasan a su lado.
Pero al mismo tiempo, no puedo dejar de maldecir el hecho de que se presente como una nueva «Amsterdam School» un sistema inmobiliario pensado para «yuppies», con apartamentos cuyos alquileres fácilmente superan los 2000 euros.
Ramiro Espinoza.
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Que se quede con su paraíso y se muera de tedio. Nosotros, de tanta muerte, ya nos hemos acostumbrado a la vida. (EM Cioran, Breviario de los vencidos).
como entrenador de futbol le pido de una manera especial conocer cual es el entrenamiento del fulbol y su metodologia para desarrollar en mi `provincia y mi pais soy un admirador de su futbol y por esta rtazon me dirigo a ustedes espero me contesten
Hola, me gusta el contenido de tu blog, soy amante de la buena typografia, pero como todo diseñador no especializado en el rubro siento un universo inabarcable. Espero que no sea motivo para que me castiguen haciendome una lapida en comic sans. En fin… Hace no mucho tiempò lei que holanda tiene un porcentaje de 10 por ciento de su poblacion que son diseñadores de algun tipo. A veces el cumulo no es precisamente progresivo, sino que hace que del hervor salga la nata. Saludos
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