Letras devotas, autonomía y diseño

17 October, 2005  |   16 comments

Mi madre se habría alegrado: allí me hallaba yo, caminando decoroso por el interior de la «Dominicus Kerk» (Iglesia Dominica) en calle Spuistraat de Amsterdam. Mi recorrido atento y ensimismado podría facilmente haberse confundido con el de uno de esos muchachitos extemporáneos con vocación de beato que cada tanto (largos tantos, por suerte) uno se encuentra en las ciudades.

No eran esas pálidas imágenes de santos de yeso, ni el altar (uno de tantos), los que despertaron mi interés. Hay puestas en escena que solo han sido hechas para crédulos o simplones.
Yo me encontraba buscando letras. Ese tipo de letras que hacen honor a la fé que dicen sienten los que las hacen (o pagan por ellas).
Si tan a menudo quienes creen manifiestan su interés en «lo sublime», es entonces razonable buscar en su arte devocional la materialización de tal pasión. Al fin y al cabo un importante caudal de soberbia tipografía y letrismo han sido dedicados a expresarla.

Finalmente encontré el tipo de letras que estaba buscando: en los marcos tallados del Via Crucis, se destacaba un trabajo en alto relieve maravilloso.

Lo interesante es que el artista no se limitó a desvastar la madera hasta lograr las formas deseadas, sino que continuó tallando los trazos de esta «textur» hasta hacerlos verdaderamente tridimencionales. El detalle, bastante peculiar por cierto, de que los trazos verticales tengan una diagonal, dotan a estas letras de un inquietante dinamismo.

Disfrutando con estos trabajos me convenzo de que la tipografía (o el letrismo) es probablemente la más noble de las artesanías o la mas plebeya de las Bellas Artes.
En la historia del arte, el arte devocional o religioso contituye el capítulo más extenso. Los autores que en círculos de diseño se afanan por definir y custodiar las ficticias fronteras entre «arte» y «diseño» ignoran que la historia del arte es la historia de la artesanía y el arte aplicado (y por lo tanto del diseño mismo).

Todo arte en el pasado fue artesanía, decoración o retrato cortesano y esta realidad no cambió hasta bien entrada la modernidad, mas precisamente, el Romanticismo cuando círculos de artistas franceses comenzaron a reclamar por su derecho a regir las normas de su propio mundo. Por su derecho a la autonomía.

No está de mas recordar de cuando en cuando que los frescos de Miguel Angel en la Capilla Sixtina no fueron otra cosa mas que un (maravilloso) cielo raso decorado.

El «diseño« no es algo constitutivamente diferente al «arte» sino tan solo una expresión contemporánea de las artesanías y el arte aplicado. El diseño es aquel arte que luego del reclamo romántico por Autonomía Artística, decidió que aquello de la libertad creativa no era tan importante o quizá demasiado riesgoso y prefirió seguir dándole a su señor aquello que el señor demandaba. Los señores en nuestros días demandan por «branding» o «imagen corporativa». Los diseñadores, al igual que los antiguos artistas cortesanos, se las proveen.

Ramiro Espinoza.

Comments

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  1. Charlie  said: October 17, 2005

    Magnífica nota. ¡La suscribo completamente!

  2. Elí  said: October 17, 2005

    Definitivamente estoy orgulloso de ser diseñador, para mí es más importante resolver necesidades de la gente que tratar de sacar mis demonios a través del arte.
    Por otra parte me encanta la pasión con la que escribes sobre la tipografía; esa textur que mencionas es muy intrigante por la diagonal que contrasta con la vertical del asta y crea un efecto parecido a una itálica pero al lado opuesto.

  3. henry  said: October 17, 2005

    Es muy cierto. Los diseñadores cumplimos los requerimientos de los señores. A veces los señores son empresas “importantes”, otras ong´s. Es o es el diseño, hablando técnica y rápidapidamente: cumplir con un objetivo puntual, que un tercero necesita.

    Siento “ruido”, cuando alg unos colegas se ofuscan y refunfuñan sobre que el diseño “no es arte”. Y cuando les preguntás qué hizo Miguel Angel en la Capilla Sixtina (ya que respondía al pedido de un tercero, con un objetivo claro y tuvo un proceso proyectual seguramente para llevarlo a cabo), se quedan con la boca abierta y te dicen bueno, pero es un caso “especial”…

    Pero también es un tanto gracioso ver en la otra punta a “artistas” buscando excusas para tapar lo que es el di seño y de quién es potencialmente servidor. Si hay algo que creo fervientemente es que cuando se dice que diseño no es arte. Se quiere decir, en realidad, aunque no se sepa, que diseño no es expresión. No deberíamos buscar nuestra expresión, de modo arbitrario y porque queremos hacer un “buen diseño”. Por supuesto que en cierta forma debe haber lugares en los que nos expresamos, más allá de nosotros mismos. Pero trabajamos para terceros. Guste o no guste.

    Dependerá del poder de convencimiento de cada uno, que se imponga o no un paradigma cercano al de lo señores o que querramos hacer valer.

    Pero trabajamos para otros y nos pagan por cumplir objetivos. ¿no?

  4. minombresbond  said: October 18, 2005

    Tan por encima del inutil individualismo expresivo del artista: el diseño al servicio de la gente, al servicio de las necesidades humanas y de la sociedad, contribuyendo a hacer mas humano nuestro inhumano y alienante mundo, muy tranquilizador! “Y nosotros, que estamos a merced de la sociedad que todo lo devora, no seamos parasitos..” decia Gropius en 1919, y hoy nada mas cerca de un estado de domesticacion absoluta, por el mercado, por la cultura corporativa, por los valores del consumo, que los diseñadores graficos, y contra esto, nuestra media docena de rudimentarios y anacronicos postulados hijos del ‘movimiento moderno’, que no hacen otra cosa que dejarnos acriticos, inmoviles, simplemente sin nada que decir.
    Eso si, escuchamos ‘estetica’ ‘arte’ ‘decoracion’ y nos horrorizamos sacrilegio!, como si faltasemos a nuestro juramento hipocratico de diseñadores, a nuestros valores mas nobles, seria mejor darse cuenta que empezar a pensar sobre estas cosas, es empezar a desmontar la fabula ingenua y simplista que nos enseñaron acerca del diseño

    periodistas y escritores ocupan diferentes lugares y escriben desde perpectivas diferentes, pero no esta reservado el trabajo de pensar al escritor por su condicion de autor o ‘generador’ de su propio mensaje (como nos desvela esta cuestion!) y al periodista el de solo ser un tecnico-trasmisor-de-la-informacion, la cara bonita presentadora del noticiero, eso parece que asumimos que somos nosotros y no tenemos ni armas, ni herramientas para decir lo contrario.

  5. henry  said: October 18, 2005

    Si la pregunta es de quién estámos más cerca, si del periodista o el escritor. La respuesta debería ser del periodista. Tampoco se reduce el periodismo a ser una cara bonita que presenta. Pero si de valores se trata el periodista va a transmitir los valores del medio en el que esté. Depende de la conciencia que tenga lo hará con más o menos “pasió”. Si tiene la posibilidad trabajará en un medio que sea acorde a sus convicciones y sino, vivirá como puede.

    Lo mismo pasa con los diseñadores.

    “La fàbula ingenua” que nos enseñaron, es incompatible con la realidad. Es forzar la realidad, es incoherente e ilógica. De eso se da cuenta cualquier estudiante en los primeros años, y luego, tal vez, la compra (cuando se transforma en un ser superior que ve mejor que la gente común). Las contradicciones son grandes.

    No somos sólo técnico-transmisores-de-la-información. Pero tampoco pensemos que somos algo demasiado diferente, caeríamos en un dogmatismo similar al que quieren contradecir ahora. Tenemos el poder (la responsabilidad) de transmitir ciertos valores u otros, pero no de la palabra final. Al menos que estemos diseñando para nosotros mismos. Hoy en día la sociedad es cruel. El diseño puede ser cruel, lo sabemos. Podemos intentar ser lo menos crueles posible. Pero no es una profesión salvadora de nada per se. No en este sistema, al que quieran o no, servimos, en toda la dimensión de la palabra, muy a nuestro pesar.

    Criticar que los diseñadores sigan las peticiones de las empresas cuando realizan una identidad de marca, es criticar a la profesión en sí misma. SI, tal vez no debería existir esta profesión, no como la conocemos hoy. Sería ideal claro, que ya no exista este sistema. Pero eso por ahora, no pasa.

  6. Ramiro Espinoza  said: October 19, 2005

    Hola a todos:
    Primero, gracias por participar, opinar y tomar partido.
    Creo que muy a menudo cuando los diseñadores hablan de «lo que es arte» no tienen demasiada idea de lo que es «arte», ni de los debates al respecto. Es una problemática bastante compleja y que supera por largo el alcance que tienen la mayoría de los libros que los diseñadores leen (cuando leen).
    Entonces, para ponerse a dirimir la cuestion, primero hay que tener una posición tomada respecto de lo que es «arte», lo que es «artesanía», o «arte aplicado». Tal posición debe por supuesto tener alguna rigursidad para ser aceptable.
    Se aprende mucho mas sobre el diseño y arte, leyendo a Susan Sontag o Pierre Bourdieu, que a pigmeos como Norberto Chavez.
    Por otro lado, diseño y arte no pertenecen a categorías absolutas con mandatos únicos. Los grises son muchos mas que 256 y entonces es bueno poder operar con ellos.
    Lo que detesto es que se enseñe como diseño algo reducido, utilitarista y enano y encima se le mienta a los alumnos respecto de que la «espresión» personal no es deseable.
    La expresión no solo es deseable en el diseño, es inevitable.

  7. minombresbond  said: October 19, 2005

    Es un tema polemico y muy interesante, para el que yo, por mi propia carencia de herramientas teoricas necesarias, estoy imposibilitado de afrontar, sin embargo como escribir es gratis y este blog amablemente nos brinda esa posibilidad, utilice la analogia con el periodismo.

    Me llama la atencion ya que todas las ‘limitaciones’ en el discurso periodisco, hasta el mas ‘informativo’ despojado de contenido ‘editorial’, no transforman al periodista en un automata sometido a reproducir el discurso dominante, es decir ningun periodista dice, para liberarnos deberiamos dejar de ser periodistas e inventar nosotros la informacion, al contrario, el sentido comun nos dice todo lo contrario.
    Mas alla de las distancias con nuestra actividad, intuyo que la diferencia no esta en si diseñamos para nosotros mismos, o para un tercero, o si el tercero es una ong de bien publico o una petrolera, la diferencia esta en aprender a tocar realmente nuestro instrumento, que para seguir con las analogias, es como un piano, donde pueden sonar como 10 voces simultaneamente, y nosotros solo tocamos con un dedo, pensando en la melodia, y cualquier musico sabe, que la melodia es solo la excusa para empezar a componer.

  8. Ramiro Espinoza  said: October 19, 2005

    «…Si algun día tenemos la horadez de incluir al diseño dentro de la esfera de las artes sin ningún tipo de jerarquización, podremos analizar con mayor amplitud su problemática y su relación con la sociedad. De esta manera, un diseñador conciente de dicha entidad podrá reflexionar respecto de su hacer, de su obra. Accederá a una dimensión nueva y, en consecuencia, padecerá las cadenas que nos hacen a todos dependientes, esclavos. Pero también descubrirá que, en aquella minúscula porción en la que nos es permitido expresarnos (a veces, inclusive, subrepticiamente), reside la semilla de un “algo” que nadie puede realmente poseer, que es imposible de nombrar, pero que conlleva un vasto potencial emancipatorio, tanto para quien lo ha liberado, como para quienes se permitan disfrutarlo.»

  9. texas0342  said: October 19, 2005

    La expresión no es arte per se. Los múltiples y complejos elementos que convierten a un “algo” en “artístico” (una pieza gráfica, incluso), van mas alla de la intención del autor, y su capacidad, (muchas veces, incluso, en contra de sus propias intenciones). Dependen mas del medio, las circunstancias y, fundamentalmente, el observador. Todo lo demás es mercado. Lo quea ahí se vende como “arte” (donde se confunden pericia técnica, o filigrana dialéctica, o la ausencia completa de estos, según convenga) y se publicita en los medios dispuestos para tal fin, es un engaño construido históricamente por las corporaciones culturales asociadas a los intereses del status quo. El discurso que proveen es variopinto para justificar sus contradictorios juicios. Apuntan a erigir absolutos, con la finalidad de tener el control. Su única razón: la del mercado que usufructuan.
    Al autor del mentado “cielorraso decorado”, poco habria de importarle, lo que pensaran de su obra. Lo estimulaban un ansia de superación, lo conducía el rigor de su oficio. Era un pintor que, en el compromiso con su “hacer”, construyo “algo sublime”. Asi como Leonardo hizo varias cosas bien distintas con notable pericia, y no estaba pensando en la forma de cuadrar todo eso con los supuestos de su época, aunque los sufriera. Su discurso era su “obra”.
    Lejos estamos de encontrar respuesta a nuestro dilema con el “arte” sino aceptamos que esta palabra alude a cuestiones ficticias, puestas ahí para hacernos perder el tiempo.

  10. henry  said: October 19, 2005

    Primero que nada, gracias Ramiro por dejar que divaguemos sobre estos temas tan interesantes. Personalmente lo considero constructivo, pues crezco con lo que dicen.

    Si leen bien lo que escribí más arriba, en ningún momento digo que arte=expresión. De hecho, no opino nada sobre el “arte”. Lo que explicaba, es que segun creo, no debería haber expresión en el diseño y a eso se refiere el hecho de no llamarlo “arte” (hoy en día), por parte de los que defienden esa postura (y a la cual no adhiero). Y hablo de “expresión” viendo al diseño desde un sentido estratégico, no como un fin en si mismo, ni como la parte visible únicamente. Y aún asi aclaro (en mi primer comentario) que porsupuesto la expresion es inevitable en un punto, porque nos es inherente y no podemos “escapar” de ella, y es cierto que es deseable en cierto momento.

    Estoy también muy de acuerdo con no ver al diseño como algo enano y funcionalista, ya que sería ridiculo. Tan ridiculo como verlo como la “expresión sublime de un artista”. Con esa postura se ven muchos diseños hechos para diseñadores o “iniciados”. Mucho onanismo gráfico, sin pensar para qué o quién se hacen las cosas (Un ejemplo, es que es posible que después de un largo proceso de diseño, lo único “visible” sea tal vez un comunicado en word, porque no se necesite más) Tan ridículo como decir: “el diseño es una disciplina proyectual, somos únicos y especiales porque podemos proyectar”. ¿Acaso no “proyecta” la gente de marketing?, por ejemplo. ¿No proyecta un médico al planificar una operación?

    Lo que quiero decir con el párrafo anterior es que seguir los dogmas a rajatabla es perjudicial siempre. Y no se si está tan bien reemplazar dogma por dogma, porque como bien dijo Ramiro, los grises son muchos.

    Hablando de la analogia de las melodías y el piano, es interesante la idea de “reproducir las voces correctas”, “fijarnos qué paradigmas reproducimos”, etc. Más que interesante, la veo necesaria. Aunque comparándola con el hacer, intuyo un tanto “romántica” la postura. Un tanto exagerada. No es que quiera evitar la responsabilidad en los mensajes que ayudamos a generar. Pero sigo viendo romántica la idea, tan romántica como en su momento las ideas de Gropius o Aicher.

    E insisto, criticar que los diseñadores hagan identidad institucional en beneficio de las empresas, es dilapidar la profesión misma, porque entre otras, esa es una de nuestras incumbencias. Y hablando de incumbencias, son tan variadas, que resulta casi imposible catalogar o dogmatizar la profesión sin caer en contrariedades.

    Por último, no intento ser categórico con todo esto que digo. Tampoco son cosas que saco de libros (aunque soy diseñador y SI leo, no sólo a Chavez) sino más bien del día a día en el trato con profesores, clientes y colegas.

    Gracias otra vez Ramiro, por dejar que escribamos. Me resulta muy grato leer el blog.